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Sudán: Descubrimiento arqueológico del antiguo Kush


Escarabajo ilustrando un hombre de Kush con un león, periodo clásico de Kerma (1750-1550 a.C.) © afrol News/University of Chicago

Arqueólogos han descubierto un centro de procesamiento de oro en Sudán, junto al Nilo medio, una instalación que producía el precioso metal en algún momento entre el año 2.000 y el 1.500 a.C. El centro, y un cementerio anexo, documenta su pertenencia al primer reino subsahariano, el reino de Kush.

Un equipo de la Universidad estadounidense del Instituto Oriental de Chicago ha encontrado más de 55 piedras de moler de gneis, material similar al granito, junto al Nilo en el emplazamiento de Hosh el-Geruf, a cerca de 360 kilómetros al norte de Jartum, Sudán. La región era conocida también como Nubia en tiempos antiguos y probablemente formaba parte del reino africano de Kush.

Según los arqueólogos de Chicago, grupos de piedras de moler similares han sido encontradas en emplazamientos en el desierto, principalmente en Egipto, donde se usaban para machacar minerales y recuperar el metal precioso. El mineral procesado se lavaba probablemente con agua de un sitio cercano para separar los pedazos de oro.

"Este gran número de piedras de moler y otras herramientas usadas para machacar y pulir minerales muestra que el emplazamiento era un centro para la producción de oro organizada", declaró Geoff Emberling, director del Museo del Instituto Oriental y codirector de la expedición.

"Incluso hoy en día, el uso de cedazos para encontrar oro es una actividad tradicional en el área", declaró Bruce Williams, un investigador asociado al Instituto Oriental y codirector también de la expedición. "El agua es un ingrediente clave para la producción de oro y es posible que pedazos de mineral de oro fueran encontrados cerca en depósitos de gravilla en los wadis [cauces secos del río] y machacado en el emplazamiento."

El equipo excavó también un cementerio donde descubrieron tumbas con artefactos que sugieren que la región era parte del reino de Kush, que podría haber dominado un área mucho mayor de lo que se pensaba previamente. Los descubrimientos indican de este modo que el reino, el primero en el África subsahariana, controló un territorio de hasta 1.200 kilómetros de largo.

"Este trabajo es muy emocionante porque nos puede proporcionar una primera visión de la organización económica de este antiguo estado africano muy importante, pero poco conocido", comentó Gil Stein, director del Instituto Oriental. "Hasta ahora, virtualmente todo lo que conocemos sobre Kush nos llega a través de los registros históricos de sus vecinos egipcios, y de limitadas exploraciones de monumentos arquitectónicos en la ciudad capital kushita de Kerma". Stein espera que las excavaciones puedan permitir a los estudiosos "comprender las Fuentes rurales de las riquezas de Kush."

La expedición forma parte de un proyecto de recuperación internacional en marcha destinado a encontrar artefactos relacionados con Kush y otras civilizaciones que florecieron en el área antes de que los emplazamientos arqueológicos fueran cubiertos por un Nilo cada vez más creciente.

El área está siendo ahora inundada por la presa de Hamdab o Merowe, localizada río abajo de la Cuarta Catarata. El lago que formará esta presa inundará cerca de 160 kilómetros del valle del Nilo en un área que no ha conocido anteriormente ningún trabajo arqueológico.

"Las investigaciones sugieren que hay hasta 2.500 emplazamientos arqueológicos por investigar en el área", declaró Emberling. Afortunadamente, los arqueólogos sudaneses y extranjeros han estado trabajando en el área desde 1996.

La zona será probablemente inundada el próximo año, pero el equipo de Chicago señala que espera regresar para otra temporada de exploración. Los emplazamientos estudiados por el equipo deberían de "proporcionar importante y nueva información sobre el antiguo reino de Kush," que floreció de 2.000 a 1.500 a.C.

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Foto cortesía de National Geographic

"El reino de Kush fue inusual en el sentido de que fue capaz de usar las herramientas de poder - militar y de gobierno - sin tener un sistema de escritura, una extensa burocracia o muchos centros urbanos", comenta Emberling.

"Estudiar Kush ayuda a los investigadores a tener una idea mejor de lo que significa el estado en un contexto antiguo fuera de los centros de poder establecidos de Egipto y Mesopotamia", añadió.

Entre los artefactos encontrados en las tumbas cercanas en el emplazamiento de al-Widay se encontraron vasijas de cerámica que parecen haber sido elaboradas en el centro del reino, una ciudad llamada Kerma, a cerca de 360 kilómetros río abajo.

"Los descubrimientos de material de Kerma en la Cuarta Catarata fue una de las mayores sorpresas de este enorme esfuerzo y sugieren que los líderes de Kush fueron capaces de expandir su influencia más allá de lo que se conocía previamente, posiblemente hasta a 1.200 kilómetros a lo largo de las orillas del Nilo", añadió Williams.

Fuente: © afrol News, 18 de enero de 2008


Reino de Kush

El Reino de Kush forma una parte importante de la historia de Nubia en la época de las antiguas civilizaciones de Egipto, Roma y Grecia.

Se considera a Nubia, simplificando, el norte del actual Sudán. El territorio limita al norte con Egipto. Nubia es rica en materias primas, sobre todo en oro, así que los egipcios desde muy pronto ambicionaron explotar estos recursos. Textos egipcios relatan, desde tiempos del faraón Narmer las expediciones hacia Nubia, pero fue en la era del Imperio Medio de Egipto, cuando conquistaron la Baja Nubia (de la primera a la segunda catarata del Nilo). Desde Mentuhotep II se emprendió la campaña y desde Sesostris I la conquista se puede considerar concluida. En decimoctavo año del reinado de este último se condujo una campaña contra Nubia en la que se menciona por primera vez el nombre de Kush. En el Segundo periodo intermedio de Egipto los egipcios pierden el control de la zona y por primera vez se forma un estado en Nubia, Kerma. Este estado fue destruido en 1550 a.C. en una nueva conquista de Nubia por parte de los egipcios.

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Foto: Mapa de situación de las pirámides de Meroe.

En el Imperio Nuevo de Egipto (aprox. 1550–1080 a.C.) Nubia era una provincia egipcia que se extendía desde la primera a la cuarta catarata del río Nilo. El norte de la región tuvo una fuerte influencia de la cultura egipcia. Nubia estaba administrada por un funcionario, el Virrey de Kush, que tenía su residencia oficial en Aniba y solo respondía ante el rey. El destino de los nubios, tras la caída del Imperio Nuevo, es un asunto controvertido. Hay evidencias de que al menos la baja Nubia pertenecía formalmente a Egipto todavía, aunque hasta ahora no está claro cómo en 750 a.C. se formó un nuevo reino.

Kush es la palabra egipcia para Nubia. Está recogida desde el Imperio Medio. Es también la denominación del Reino de Kush. La historia del antiguo Reino de Kush se puede dividir en dos fases, la napatiense y la meroítica. La etapa napatiense (aprox 750-300 a.C.) tenía todavía una fuerte imprenta egipcia. Se sepultaba al rey en la necrópolis de Napata. A partir de 300 a.C. se empezó a sepultar a los monarcas en Meroe, lo que marca el cambio de periodo. La cultura se africanizó y a partir de 150 a.C. se empezó a utilizar una lengua y escritura propias.

Las investigaciones sobre Nubia se llevaron a cabo en tres etapas. En la primera mitad del siglo XIX algunos europeos visitaron Sudán, informaron de las ruinas y llevaron algunos hallazgos a Europa. El más importante fue Giuseppe Ferlini, que destrozó muchas pirámides en Meroe en su búsqueda de tesoros, búsqueda que concluyó con el hallazgo del tesoro de Amanishakheto. La expedición de Lepsius representó, escribió y publicó sobre muchos lugares, templos y pirámides. Muchos templos documentados no se conservan en la actualidad, así que sus notas son muy valiosas.

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Foto: Pirámide en Meroe vista desde un templo.

A principios del siglo XX se llevó a cabo la segunda fase de la exploración de Nubia. Se excavó sistemáticamente en muchos lugares, sobre todo en la Baja Nubia, aunque también en Meroe (gracias a John Garstang). La construcción de una presa en Egipto amenazaba con hacer desaparecer para siempre muchos yacimientos. En esta época se descifró la escritura meroítica (gracias a FL. Griffith), aunque la lengua seguía sin poder entenderse. En los años 1920 George Reisner excavó sistemáticamente en todos los cementerios nubios y elaboró por primera vez una lista de reyes.

A finales de los años 1950 y finales de los 1960 renació el interés por Nubia. La construcción de la Presa de Asuán amenazaba con hacer desaparecer bajo las aguas más yacimientos de la Baja Nubia. Se llevó a cabo una gran campaña arqueológica internacional en la Baja Nubia, que desenterró muchos hallazgos meroíticos.

La investigación de Nubia fue durante mucho tiempo un campo menor de la Egiptología. A finales del siglo XX se creó un instituto especializado en los estudios de Nubia en la Universidad Humboldt de Berlín (el Seminario para la Arqueología y la Cultura del Norte de África). También hay que mencionar a París, donde se recogieron sistemáticamente todos los textos meroíticos.

Fuente: Wikipedia

Dénia descubre parte de la antigua Vía Augusta que la unía con Xàtiva


Unos 60 metros del ramal de la Vía Augusta que unió en el siglo I de nuestra era la antigua ciudad de Dianium, actual Dénia, con el resto del Imperio Romano ha salido a la luz gracias a unas excavaciones realizadas por el Ayuntamiento. La vía, de cinco metros de ancho y en muy buen estado de conservación, llegaba hasta el mismo foro de Dianium procedente de Saetabis (Xàtiva), después de transcurrir por los actuales territorios del Marjal de Pego y Ondara.

La singularidad del hallazgo, que se ha producido por casualidad cuando se realizaban unas prospecciones ordinarias, radica en que "hoy en día es muy difícil localizar fragmentos de vías romanas en pleno centro de las ciudades", según explicó ayer el arqueólogo municipal de Dénia, Josep Antoni Gisbert. Además, confirma la singularidad de Dianium, un enclave "construido prácticamente en una isla", toda vez que se encontraba rodeado por el mar y por los marjales entre los que transcurría la vía ahora localizada.

El trazado de esta última permitirá delimitar mejor la estructura de la ciudad romana. No obstante, los expertos están convencidos de que el mismo trazado hasta Saetabis fue utilizado al menos desde el siglo II a.d.C, durante la República Romana. Pero además, a ambos lados del vestigio se han descubierto también restos islámicos y reparaciones del firme de época medieval, lo que parece indicar que esta vía de comunicación se utilizó durante 1.500 años, hasta el siglo XV en que fue abandonada por motivos de seguridad al estar fuera de las murallas.

Un fósil de más de diez millones de años de un ave con dientes

Un fósil único de un ave con dientes con más de diez millones de años de antigüedad, ha sido encontrado en el desierto de Ica, unos 300 kilómetros al sur de Lima, según revela hoy el diario "Perú 21".

No es el esqueleto completo del ave, sino su cráneo, de unos 40 centímetros de longitud, con un enorme pico alargado que cuenta con proyecciones óseas similares a dientes.

Según su descubridor, el paleontólogo Mario Urbina, es el cráneo más completo encontrado en el mundo de la especie conocida como "pelagortínidos".

Estas aves, que poblaron el mundo entre el Paleoceno Medio (hace 60 millones de años) y el Plioceno (hace tres millones), tenían una envergadura de hasta seis metros, y para remontar el vuelo tenían unos huesos con paredes delgadas y espacios llenos de aire que aligeraban su peso.

Sin embargo, esas características han hecho que sea imposible encontrar esqueletos completos de los pelagortínidos, de ahí que el hallazgo de este cráneo sea excepcional.

El cráneo va a ser exhibido durante una semana a partir de mañana sábado en el Museo de Historia Natural, dentro de las actividades por el 91º aniversario de la creación de este museo.

Gandia rehabilita doce lápidas romanas


El municipio recupera trazos de su historia romana. El Museo Arqueológico de Gandia ha rehabilitado doce lápidas de la época del gran imperio y fragmentos de inscripciones sepulcrales sobre piedra que se han hallado en los últimos años en diferentes municipios de la Safor.

Las estelas, tanto funerarias como referentes a rituales, pertenecieron a personas de diferentes estamentos sociales, como libertos o esclavos, que estuvieron asentadas en Gandia. También hay escritos grabados que hacen referencia a advocaciones sobre los dioses romanos, como por ejemplo, a Hércules.

El director del Museu Arqueològic de Gandia (MAGa), Joan Cardona, explicó ayer que este centro cultural posee una de las mejores colecciones de epigrafía de la Comunitat Valenciana pese a que la Ciudad Ducal no era un municipio romano. “Gandia sí poseía villas romanas, pero no era una ciudad romana propiamente dicha como Dénia, en la cual no se han encontrado tantas lápidas de esta época como en Gandia”, señaló.

La mayoría de las piezas se localizaron en Gandia, alrededor del Palau Ducal e incrustadas en las murallas del siglo XIV. Cardona cree que esta situación obedece al gusto renacentista que tenían los duques Borja de Gandia de rodearse de elementos antiguos, que desempeñaban tanto un papel decorativo como de prestigio.

Otras poblaciones como Beniarjó, Ròtova, Llocnou de Sant Jeroni, Ador y Daimús también albergaban fragmentos de lápidas romanas. Estas doce piezas antiguas está previsto que se expongan en la futura sala de epigrafía romana que tendrá el MAGa.

Los trabajos de restauración se han incluido dentro del Plan de Rehabilitación del Patrimonio Artístico de Muebles 2008 de la Diputación de Valencia y han contado con una subvención económica de 14.860 euros.

Las obras de mejora también han incorporados dos piezas que no poseen inscripciones, pero que se trata de piedras romanas así como la restauración de 27 cerámicas del siglo XIV a XVI procedentes de las excavaciones realizadas por el Museo Arqueológico de Gandia en el yacimiento de la necrópolis del distrito de Benipeixcar durante los años 1991-1993.

La mayoría de ellas forman parte de una vajilla común utilizada para la cocción de alimentos y para servicio. La intención del director del Museu es dar a conocer todas estas piezas en una exposición monográfica.

Parte del montante se ha utilizado en restaurar la colección de cerámicas ibéricas procedentes de las excavaciones del hospital Sant Marc realizadas en 1986, en una necrópolis de cremación ibérica, datadas entre los siglos V-IV antes de Cristo y constituidos por piezas cerámica de ajuares funerarios, así como una espada de hierro.

Introducción a la historia de Gandia (Valencia)

Introducción a la historia de Gandia (Valencia)

No se conocen referencias fiables de la existencia de Gandía como núcleo poblado antes del año 1240, en el que el Rey Jaime I conquistó el Castillo de Bayren. No obstante, del Paleolítico se detectan notables restos como los de las excavaciones realizadas en las cuevas del Parpalló y les Meravelles. Asimismo, en varios puntos del término municipal se han encontrado restos ibéricos y de la época romana.

La ciudad fue conquistada a los árabes por Jaime I en el año 1252, para, unos años después, recibir privilegios y pasar a formar parte de un señorío, que posteriormente fue ducado, de la mano de Martín I. A principios del siglo XIV Gandía estaba conformada como una pequeña villa medieval con gran actividad comercial y ligada a la agricultura, el comercio y la artesanía. Se construyó de un recinto amurallado en los primeros años del siglo XIV, agrupando núcleos de población dispersos por la zona. En 1323 el rey Jaime II concede el Señorío de Gandía a su hijo, el infante Pere. El hijo de éste, Alfons el Vell, lo heredaría en el año 1359 y lo eleva a la categoría de Ducado Real en 1399. El nuevo Duque de Gandía, Alfons el Vell convertirá a Gandía en su residencia habitual transformándola en una pequeña corte, de la que surgen personajes de la cultura como Ausias Marc, Joanot Martorell y Roís de Corella. Así mismo, dotará a la ciudad de un patrimonio monumental como el palacio Ducal, el convento de San Jerónimo de Cotalba o la reforma de la iglesia de Santa María la Mayor.

El cardenal Rodrigo de Borja adquirió en el año 1485 el Ducado de Gandía para su hijo Pedro Luis y comienza una nueva época de esplendor. Durante la guerra de las Germanías, en el año 1520, el territorio fue saqueado tras haber sido cedida a los Borja Francisco de Borja, construiría una segunda muralla, y un colegio que acabaría convirtiéndose en la Universidad de Gandía. En 1.550, cuando ingresa en la Compañía de Jesús, abdica en su hijo Carles de Borja. Durante éste período, Gandía se transformará en uno de las ciudades más florecientes de la península y cuna de una de las familias más poderosas de la nobleza española. El período de crisis comenzará en la etapa correspondiente a Francesc de Borja y Centelles, hijo de Carles de Borja. El siglo XVII acabará siendo una época de decadencia para la ciudad. Factores como el déficit de la hacienda, el endeudamiento de la nobleza, la expulsión de los moriscos, la decadencia de determinados cultivos, la peste, el bandolerismo y la segunda Germanía marcarán su declive. La Guerra de Sucesión supuso para el Reino de Valencia la pérdida de sus Fueros, después de la batalla de Almansa en 1707. Los duques de Gandía, alejados de la ciudad de Gandía, tuvieron una fuerte oposición a su dominio señorial. A mediados del siglo XVIII fallece en Madrid el undécimo Duque de Gandía, Lluís Ignasi de Borja y la titularidad pasa a sus parientes mas próximos, primero los Benavente y posteriormente a los Osuna, actuales poseedores de este título.

Tras las Cortes de Cádiz, en 1812 el régimen feudal queda formalmente suprimido y se inicia un proceso de erradicación del dominio señorial. En 1881 se inicia la demolición de las murallas. Otro hito importante del período es la publicación del primer periódico local, "El Litoral". En 1886 se inaugura el puerto y en 1893 se inaugura el ferrocarril Gandía-Alcoi. La mejora de infraestructuras y comunicación permite un nuevo florecimiento de la actividad agrícola, especialmente de la naranja. Durante el siglo XX, y a pesar de todos los momentos de crisis que afectaron a todo el país, Gandía fue cimentando su prosperidad en una moderna explotación de la actividad naranjera y en el turismo en expansión, especialmente a partir de los años 60.

La civilización minoica

Recibe este nombre, dado por Sir Arthur Evans en honor del mítico rey Minos, la civilización floreciente en Creta desde el año 2000 a.C. ca. cuyo predominio e influencia en el mundo egeo son manifiestos, con una evolución en la Edad del Bronce muy distinta y propia. Su situación geográfica y la riqueza de su suelo le proporcionaban pocos recursos minarales, pero en la parte este y centro grandes praderas y mesetas pastorales, olivos, vides, robles, cipreses y en la partes norte y este playas protegidas favorables para el atraque de barcos de todo tipo.

Antes del 2500 a. C. son escasos los restos de metales, salvo la obsidiana de Melos. No obstante desde el 2500 al 2000 la población crece en número y la riqueza gracias a los adelantos técnicos: predominio de herramientas de piedra y arcilla, aun después de la introducción de la metalurgia.

La característica principal de Creta en esta época, según Finley, es la absorción de elementos culturales (y de población) procedentes de Grecia continental, las Cíclades, Asia Menor, Siria y Egipto gracias al comercio dentro de su desarrollo propio y coherente. Imprimieron su cultura cretense a los jarrones y objetos metálicos (puñales de cobre) y ya en el Minoico Antiguo MA empieza a aparecer el embrión de la arquitectura minoica con su estructura aglutinada en forma de celda de panal.

Respecto al origen de la civilización minoica desde el punto de vista etnológico es difícil adscribir a los cretenses minoicos con algún pueblo conocido. Una de las tesis más admitida es que son herederos directos de los habitantes neolíticos de la isla (que llegarían a la misma hacia el 6000 a. C.) y que los pueblos no neolíticos (indoeuropeos o no indoeuropeos) que pudieran haber llegado a la isla no se impusieron, sino que se vieron absorbidos por la cultura cretense sin imponer la suya. Palmer, el eminente lingüísta, plantea que la destrucción de los palacios hacia el 1700 a. C. es obra de la penetración en la isla de un pueblo anatolio, los luvitas, lo que explicaría también el cambio de escritura, Lineal A en vez de la jeroglífica, pero a falta del desciframiento del Lineal A, nada es seguro. Si seguimos las noticias de Creta que da Homero en la Odisea , la población cretense era una población mixta conformada por cidonios, eteocretenses y pelasgos, pueblos de los que, aparte del nombre, apenas se sabe nada.

El México de Iturbide

   Reza un refrán venezolano: "tanto pelear para acabar conversando", y parece hecho a proposito de México. El 1 de marzo de 1821, las fuerzas insurgentes comandadas por el general Vicente Guerrero aceptaron reunirse con el general Agustín Iturbide. Este criollo y jefe del ejército realista español fue lugarteniente del virrey Calleja y auxiliar suyo en la derrota y muerte de Morelos. Del encuentro salió el Plan de Iguala que establecía tres principios:   la independencia de México como una monarquía constitucional cuyo trono sería ofrecido a los Borbones, el reconocimiento del catolicismo como religión oficial y la igualdad de la población sin diferencia de raza o procedencia. De este modo se concilió la aspiración a la emancipación con el predominio de valores e instituciones defendidos por los sectores más tradicionales. El reformismo criollo, partidario de la constitución de 1812, que había apoyado sin éxito en Cádiz la autonomía, respaldo el acuerdo. El nuevo virrey, Juan de O’Donojú, aceptó los hechos consumados y ratificó el plan concordado. El 21 de septiembre se proclamaba la independencia. Las Cortes españolas rechazaron los convenios e Iturbide se convirtió en emperador con el nombre de Agustín I.

 

Extraido de:   "MUY HISTORIA    Numero 14"